lunes, 18 de junio de 2007

abulia

tengo que esperar
para sentir el mundo en la punta de mi lengua
en los huecos de mis uñas
en mis pupilas, en mi nuca
para que la vida palpite en mi sangre y mis lágrimas

tengo que contar con los dedos las noches que me quedan
para ser libre y encontrar en mi ombligo el universo















pero mientras espero me quedo ciego
ciego por el recuerdo de los días de sol
ciegas las yemas de mis dedos
ciega mi boca llena de hierba, seca

en el silencio y la complacencia me consumo
me asfixio en mi memoria
me agota, gota a gota, el tiempo inexorable

las lágrimas que no lloro se me vuelven alfileres dentro de los ojos
las palabras que no pronuncio son coronas de espinas en mi garganta
los sueños que no tengo son ardores de sequía en mi cabeza, muerta

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